El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ha confirmado la suspensión de cuatro años que impuso en 2019 la corte norteamericana de arbitraje al entrenador Alberto Salazar y al endocrinólogo Jeffrey Brown, sin anularla, como pedían los sancionados, ni aumentarla, como solicitaba la Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA).
El entrenador estadounidense, de origen cubano, y el médico fueron sancionados después de una investigación de cuatro años en la que, según la USADA, más de 30 testigos informaron de la trama de dopaje en la que estaban envueltos mientras trabajaban en el Nike Oregon Project (NOP), grupo de entrenamiento de alto nivel. La sanción empieza a contar el 7 de septiembre de 2019 en el caso de Brown y el 30 de octubre de ese año en el de Salazar.
Tras unos procedimientos prolongados extraordinariamente en el tiempo debido a la pandemia, el TAS estima que Salazar incurrió en posesión de testosterona, complicidad con Brown en el uso de métodos prohibidos y manipulación de los controles antidopaje.